Revista Humanizar

Crecer desde la adversidad

Número 109, Marzo-Abril 2010

"Vidas reales que avanzan frente a la adversidad"

Resistir, remontar, recuperarse, rehacerse. Parece difícil, pero todos conocemos a personas de nuestro entorno que lo hacen cotidianamente. La Real Academia de la Lengua no los define, aunque así son: ‘resilientes’. Hombres y mujeres capaces de actuar con resiliencia –aún sin saberlo–: aprender, crecer y salir reforzados de esas dificultades. Hemos buscado cuatro de estas historias, unas frecuentes y otras no tan frecuentes. Cuatro casos distintos de personas que sufrieron desgracias graves o problemas más cotidianos. Pero hay algo que todos tienen en común: esa capacidad para haberlo superado y vivir, hoy por hoy, con un enorme impulso hacia delante.
Por Cristina Ruiz Fernández
Claro que desearía que no hubiese pasado, que todo fuese un sueño y poder seguir haciendo la vida que llevaba", afirma Begoña Bustinduy, una joven de 32 años que ha superado recientemente un cáncer óseo, "pero no puedo volver atrás y, pensar en ello, creo que sería retroceder". Algo en lo que coinciden todos los entrevistados. "Es obvio que desearía caminar, saltar, sentir todo mi cuerpo", destaca Jesús Méndez Cestero, que al final de su adolescencia sufrió un accidente de motocicleta que le produjo una grave lesión medular, pero como no es posible volver atrás prefiero no dedicar ni un solo minuto a pensar en ello", añade este joven de 33 año
Sus palabras dejan claro que afrontar con resiliencia los problemas no esconde ningún afán masoquista, ni consiste en enaltecer el sufrimiento. No le deseo las horas de insomnio a nadie, esperar un tiro en la cabeza durante meses, tener que salir de tu país..., cuenta Ricardo Ferrer, periodista colombiano de 49 años que vive como refugiado en España. No se trata de desear la desgracia sino de cómo se afronta ésta. Es como es y pasó como pasó, afirma con contundencia Marcos, un joven catalán que, durante la infancia, sufrió acoso escolar y ha preferido no revelar su identidad. La clave para él consiste en mirar hacia delante: "Intento sacar lo mejor de ello en lugar de lamentarme y estancarme en revivir el dolor", subraya Marcos, que trabaja como profesor de Educación Especial.

Fortaleza y sueños

Para ser capaces de afrontar situaciones tan complicadas es necesario poner a funcionar resortes de la personalidad que, posiblemente, se habían ido fraguando antes de que llegara la dificultad. "Nunca pensé que tuviera tanta fuerza interior, que aguantara años de presión sin ceder, venderme o derrotarme a mí mismo", recuerda Ricardo.
En mi caso todo vino rodado, apunta Jesús, "no hubo una persona o un hecho concreto y determinante que me ayudara a seguir adelante". El accidente le llegó a los 17 años "y tenía muchas ganas de vivir y de experimentar, capacidad de soñar.". Todo ello llevó a Jesús, que ha participado en varios Juegos Paralímpicos, a no ver la silla de ruedas como un problema, "sino como una característica".
En casos como los cuatro entrevistados, la fortaleza aparece como componente de la resiliencia. "¡Yo no me rindo!, me lo digo siempre", recalca Ricardo. Por eso, en psicología a menudo se combina el concepto de resiliencia con el de hardiness (del inglés 'dureza') para definir a personas resistentes, que tienen sensación de control sobre los acontecimientos y están abiertos a los cambios, a la vez que tienden a interpretar las experiencias dolorosas como una parte más de la existencia.

Apoyo familiar y del entorno

Junto a las herramientas de la propia personalidad, el apoyo de la familia, la pareja o el entorno cercano es algo en lo que también coinciden los cuatro entrevistados. Según Begoña, por ejemplo, descubrir la fortaleza que ha tenido su familia y la gente que la rodea, "hace que todo sea más fácil". Para esta joven madrileña su marido y algunos amigos le hicieron más sencillo resistir.
Una sensación parecida es la de Ricardo, a quien "la valentía, solidaridad y ternura" de su esposa -"junto con la fe"-, permitieron afrontar las violentas amenazas que sufrió por haber denunciado el asesinato masivo de población civil en río Atrato (Colombia) en 1997. Al contar su historia, espontáneamente, este periodista colombiano da dos de las claves que señalan los expertos para promover la resiliencia: las creencias religiosas y el apoyo del cónyuge.
Ricardo, sin embargo, también experimentó el rechazo de varios colegas periodistas y parte de su familia cuando supieron que estaba amenazado de muerte. "Lo que me dejó más sorprendido es que hoy tengo nuevos amigos, gente que me ayuda y protege", explica este refugiado. "Personas sin parentesco conmigo que se han portado del modo más fraternal: entonces uno cree de nuevo en la humanidad". Una muestra clara de cómo, tras una situación de gravedad, es posible incluso salir reforzados y hacer una nueva lectura del ser humano.

Elegir la vida

Lo que viví me hace sentir orgulloso y valiente ante situaciones difíciles actuales", destaca Marcos. "Sin duda, ha modelado mi carácter, mis manías, mis puntos fuertes que se desarrollaron como modo de supervivencia...". Son aprendizajes que se interiorizan y pasan a formar parte de la propia personalidad.
El hecho de padecer el accidente y tener una lesión medular ha dado un rumbo distinto a mi vida", afirma Jesús en este mismo sentido. "Está claro que no hubiera sido la misma persona si no hubiera tenido el accidente, nunca sabré si mejor o peor, lo que está claro es que hubiera sido diferente". Pero sí hay algo que afirma Jesús con rotundidad: "W decir sin temor a equivocarme que soy feliz, muy feliz". Porque la resiliencia provoca cambios en las personas y, sobre todo, un enorme afán por disfrutar, avanzar y crecer.
He aprendido que lo que se espera que va a ser tu vida se puede esfumar en un minuto, así que creo que la voy a disfrutar más a partir de ahora", dice con contundencia Begoña, que hace tan sólo unos meses estaba en una mesa de operaciones.
Sigo construyéndome, explorando y, sobre todo, amo la vida", concluye Ricardo citando al Deuteronomio:“«Elegirás la vida» es una frase que me conmoverá siempre”.

Volver