La difícil vuelta al cole de los niños sin becas comedor. Desmotivación y menos energía para afrontar el nuevo curso
“El comedor escolar no sólo ofrece una comida completa y nutritiva, sino momentos de recreo, de relaciones, aprendizaje mediante el juego y salida de la rutina”, señala Laura Hurtado, portavoz de la ONG Educo, en entrevista con Humanizar. “El acceso a la educación de calidad en igualdad de oportunidades incluye esa comida y ese espacio que debemos garantizar para evitar desigualdades y fomentar una vía que es fundamental para salir del círculo de la pobreza”.
La ONG, que desde hace más de 30 año trabaja en la defensa de una educación de calidad y a otros derechos de la infancia, sabe que esa igualdad de oportunidades está lejos de ser una realidad y por eso lucha por garantizar acceso al comedor escolar a los colectivos más vulnerables durante todo el año, verano incluido.
“El comedor escolar es una competencia que depende de las comunidades autónomas y hay muchísimas diferencias y desigualdades en España”, explica Hurtado. Dependiendo del lugar de residencia, un niño en situación de pobreza tendrá o no acceso a una comida completa y nutritiva al día. Tampoco hay estándares armonizados sobre el nivel de pobreza y los umbrales para recibido o no becas comedor. Iniciativas aisladas de ayuntamientos u ONG intentan paliar una situación que no mejora en los últimos años y que depende mucho también de los centros educativos, alerta Hurtado.
En verano, la situación se agrava aún más. Porque muchos de los menores que sí tienen beca de comedor durante el curso, no tienen acceso garantizado durante toda la época estival, más allá de algunas iniciativas o campamentos y actividades de verano. Unos 850.000 menores, según los datos que maneja la ONG. “Es muy difícil saber si estas iniciativas aisladas llegan a todos los niños en situación de vulnerabilidad. Y una vez más, dependen de la comunidad autónoma, barrio, ayuntamiento o colegio”, insiste Hurtado.
Mayor soledad, pantallas y calor
La falta de acceso a comedor escolar no sólo afecta en el plano de la alimentación a los más pequeños. Las familias más desfavorecidas suelen trabajar más en verano, en las temporadas de turismo y los niños suelen pasar más tiempo solos, aumentando el tiempo que pasan frente a las pantallas.
Además, los menores en esa situación suelen pertenecer a colectivos que no pueden permitirse ni una semana de vacaciones al año (según el INE, el 34,1% de menores de 18 años). Sin vacaciones y sin escuela como lugar de relaciones y como lugar de protección, quedan abocados a pasar mucho tiempo en sus casas, no siempre en las condiciones óptimas y afectadas muchas veces por la pobreza energética que impide el acceso a ventiladores y a medidas para paliar el calor.
La falta de redes familiares es un problema añadido si los afectados son colectivos migrantes. “Muchas de las familias en situación de pobreza son desestructuradas, muchas de ellas son familias migrantes, sin papeles, que viven de la economía sumergida y a veces víctimas de abusos. Muchas veces esas familias no tienen una vivienda digna y deben compartirla con otras familias, sin que los niños tengan un espacio propio. Quitarles ese espacio de relaciones, ese espacio de protección que es la escuela tiene un alto impacto psicológico para ellos”, señala Hurtado.
Comedor escolar universal
Educo trabaja en la reivindicación de ese espacio durante todo el año y en el apoyo a las familias que quedan sin las becas comedor. “Pedimos el comedor universal. Que el acceso al comedor sea como el acceso al hospital y para todos los niños en condiciones de igualdad. Y hasta que eso no llegue, que al menos la población de menores más vulnerable tenga acceso a comida saludable garantizada. Pedimos comedor y espacios de ocio gratuitos 365 días, también en verano”, señala Hurtado.
“No podemos estar a merced del tipo de centro escolar, comunidad autónoma, entorno rural o urbano del pequeño. El derecho al a comida es la base de la eliminación de la pobreza infantil”, insiste la portavoz. Es además la vía para evitar el abandono escolar entre los más desfavorecidos. “Porque la educación cura, protege, empodera y es la vía para salir del círculo de la pobreza”.
Hasta que eso se consiga, hace un llamamiento a los centros educativos de cara a esta vuelta al cole: que tengan sensibilidad para considerar la situación de los menores más desfavorecidos, esos que no han tenido acceso a una buena alimentación, vacaciones o refuerzos de aprendizaje durante el verano. Sin duda para ellos, esta vuelta al cole será un poquito más cuesta arriba.
Fotos: ONG Educo