Música, el aire se serena
Julio-Agosto 2017
"Música para curar"
“La música es el medicamento no químico más profundo que existe”. Se ha dicho. Y hay que meditarlo Porque también es el único idioma universal en el que se pueden entender un chino y un africano, un neozelandés y un esquimal... Por Ramón Sánchez-Ocaña Solemos acudir al tópico de que "amansa las fieras" sin ser conscientes de la música modifica nuestro estado de ánimo. Es evidente que no es lo mismo una mañana temprana con los violines de Vivaldi, que la agresión de los motores y de cláxones del atasco...Ya hay base científica suficiente para afirmar que la música logra cambios físicos, emocionales y de conducta en la personas. José Elías, , psicólogo clínico ,define la musicoterapia como “la aplicación científica del sonido, la música y el movimiento para, a través del entrenamiento de la escucha y la ejecución sonora, facilitar la comunicación, promover la expresión individual y favorecer la integración social.” Y señala que tanto niños como adultos, pueden utilizarla para mejorar los síntomas y secuelas de algunos padecimientos y, sobre todo, para mejorar su calidad de vida.Hace más de 2.500 años que Pitágoras recomendó cantar y tocar un instrumento musical cada día para eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones y la ira. La musicoterapia tiene efectos probados en la rehabilitación de trastornos físicos y mentales, y en el tratamiento de problemas conductuales y neurológicos. Y la influencia de la música sobre el cerebro –señala José Elías- reduce el estrés, aumenta la memoria, la sociabilidad, la sensibilidad, la afectividad, la comunicación, la concentración, la intuición y la capacidad de aprendizaje. Por si fuera poco, la música ayuda a compensar la presión sanguínea, alivia las tensiones musculares, benefician de forma evidente el funcionamiento del sistema inmunitario, varía sutilmente nuestras ondas cerebrales, nuestra respiración, el ritmo cardiaco, la temperatura corporal, la percepción del espacio y el tiempo y hasta los niveles de endorfinas. Los científicos han sugerido, por ejemplo, que escuchar a Mozart “organiza” la actividad neuronal en la corteza cerebral, reforzando los procesos creativos del hemisferio derecho, relacionados con el razonamiento espacio-temporal. Los ritmos, las melodías y las altas frecuencias de la música de Mozart estimulan y vivifican las zonas creativas del cerebro, aunque tal vez el secreto de su grandeza resida en la pureza de sus sonidos. Por eso, las composiciones mozartianas que más se aconsejan, son:-Para los estudiantes: “Sonata para dos pianos K.448”.-Para curaciones terapéuticas: los conciertos de violín, especialmente los números 3 y 4.-Para las embarazadas: Se recomienda el álbum “Mozart for Mothers to be”.Eso sí, no se debe estar ante una escucha pasiva, sino tener una actitud receptiva. Datos a tener en cuenta- La mayoría de los pacientes que escuchan música mientras son sometidos a procedimientos quirúrgicos, manifiestan sentir menos dolor.-En un estudio se comprobó que aplicando música a una sala de operaciones se logró una reducción de un 50 por 100 en la cantidad de sedantes requeridos.-Una gran parte de pacientes depresivos que son tratados con música confiesa sentir menos tensión nerviosa, un mejor estado de ánimo y una mayor autoestima que los que no fueron tratados con musicoterapia. Anoten esta música Los especialistas en estas técnicas han elaborado ya un catálogo de lo más interesante. Por ejemplo: Relajantes-Vals, opus 39 nº 15 (Brahms).--Sinfonía inacabada (Schubert)Estimulantes-La gran marcha de Tannhauser (Wagner).-Sinfonía nº 5 del nuevo mundo (Dvorak)Energizantes-Marcha eslava (Tchaikosky).--Las bodas de Fígaro (Mozart)Exaltantes-Adagio en Sol menor (Albinoni).--In paradisum (Faure)Tonificantes-El Príncipe Igor (Borodin),--Días lejanos (Popular escocesa)Depresión-Música acuática (Haendel).--Sinfonía nº 8 (Dvorak)Ansiedad-Meditación de Traiss (Massanet).--Traumerei (sueños) (Schuman)