Salud holística
Enero - Febrero 2025
Vida, salud y bienestar
Según la Real Academia de la Lengua Española, la salud es el estado en que el ser orgánico, en este caso, la persona, ejerce normalmente todas sus funciones. Define el término “holismo” como la concepción de cada realidad como un todo, distinto de la suma de las partes que lo componen.
Por tanto, hablar de salud holística referencia el estado de un individuo que le permite desarrollar las funciones en su vida, entendido este como un ser integral que siente bienestar y tiene capacidad funcional en su dimensión física/corporal, emocional/mental, social/relacional y espiritual/transcendental. De la misma manera que hablamos de los individuos podemos hablar de las comunidades. Individuos sanos, comunidades sanas y comunidades sanas, individuos sanos.
En el término salud se incluyen todos los procesos y vivencias humanas que apuntan hacia el desarrollo integral del individuo, desde la conciencia de su cuerpo, de sus emociones y pensamientos, hasta la toma de conciencia de sus relaciones personales y de su proyecto vital transcendente.
En las últimas décadas se está produciendo un cambio en el rol tradicional que hasta ahora han adoptado las personas respecto a su salud y enfermedades. Las personas quieren conocer y participar en las decisiones sobre su salud. Del mismo modo, está cambiando el modelo de relación entre profesionales y pacientes, pasando de uno “paternalista” y “directivo” a otro “colaborativo”, que acepta y fomenta su implicación en la toma de decisiones sobre su salud.
En este modelo, la educación no es una simple transmisión de conocimientos desde el profesional de salud, sino que, con un compromiso activo de los pacientes, les ayuda a comprender sus conductas de salud, a estimular sus habilidades y a desarrollar sus propias estrategias para vivir tan saludablemente como puedan y quieran.
De este planteamiento emergen nuevas concepciones sobre el rol de paciente como “persona informada, activa, experta y empoderada”. Una persona activa es aquella que demuestra una capacidad para buscar, entender, valorar y utilizar la información disponible sobre la salud y es responsable de sus acciones de autocuidado y de la toma de decisiones informada.
La educación para la salud es uno de los instrumentos que utilizan los profesionales de la salud para promover, impulsar y ayudar a los individuos o grupos a adquirir conocimientos sobre los problemas de salud y sobre los comportamientos útiles para alcanzar hábitos saludables. También promueve el cambio de actitud de las personas hacia la motivación y hacia la creencia de autoeficacia para querer llevar una vida saludable. Y, por último, ayuda a las personas a adquirir habilidades en el manejo de su salud y de las distintas enfermedades, si se presentan.
Este proceso de enseñanza y aprendizaje tiene que partir y tener en cuenta, durante el proceso, “el todo” de una persona como ser integral, cuidando las distintas dimensiones (física, mental, social, espiritual, transcendental). Promover la salud significa reducir los riesgos que la amenazan y modificar los comportamientos que la afectan. El mejoramiento de la salud reduce los riesgos de enfermar y hace posible el crecimiento de la persona, cuidando su vida, su salud y su bienestar.
La salud no es solo una cuestión de salud física corporal, también necesitamos salud emocional y mental, así como salud en nuestras relaciones, en nuestra vida social, en nuestros vínculos. Salud también es tener un proyecto vital apasionante y retador que nos dé un propósito y significado a nuestra vida. Todas estas formas de salud están relaciondas, como en un sistema. Todas contribuyen a la percepción de sentirnos saludables. Por tanto, los individuos y los profesionales tienen que trabajarlas todas, como un todo, como un sistema bien ensamblado.
Cuidar la vida, la salud y el bienestar es cuidar todo nuestro ser, sin descuidar ninguna dimensión del mismo.