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Valores sociales en alza

Número 169, Marzo - Abril 2020

La juventud contra el cambio climático. Valor social al alza.

Con términos como “justicia climática”, “derecho a un futuro digno”, “ambición contra la emergencia climática”, el discurso de los jóvenes muestra una mayor empatía al considerar que los efectos de cambio climático han estado más presentes en sus vidas, y por ello urgen a actuar en el presente para lograr una vida futura más agradable sin tener que lidiar con condiciones climatológicas adversas.

La suma de esta conciencia, los principios por los que se moviliza la juventud en este tema y el llamado a no ignorar, por un lado las advertencias de los informes científicos, y por otro los efectos climáticos que se viven en muchas partes del mundo, hacen que estos grupos de jóvenes ganen cada vez más espacios en los que se analiza la situación del cambio climático en el mundo.

Romper con la apatía en la juventud

Paula Mancebo, de Juventud por el Clima (la rama española del movimiento Fridays for Future), considera que el movimiento creciente de jóvenes que se suman a esta causa confirma que las nuevas generaciones han crecido con una realidad en la que son notorios los impactos climático, y eso les lleva a involucrarse más y romper con la imagen de apatía que hay acerca de la juventud.

“El hecho de que la crisis climática sea progresivamente peor supone que gran parte de nuestro futuro se verá truncado, un futuro que no podremos disfrutar o si quiera tener. Esta mayor conciencia y empatía sobre el futuro es el impulso que nos hace salir a la calle, porque es la única opción que nos queda”, explica.

En la reciente Cumbre de Clima en Madrid (COP25 de Naciones Unidas sobre Cambio Climático), miles de jóvenes se manifestaron en las calles bajo el liderazgo de la joven sueca Greta Thunberg, que es la cara más visible de esta movilización y cuyo mensaje ha inspirado a miles de jóvenes en el mundo.

Las movilizaciones de los viernes

Desde hace casi un año, la imagen de estos jóvenes se repite cada viernes en las concentraciones de Fridays for future ante sedes gubernamentales y políticas de diferentes países, y también en España, para exigir mayor compromiso y acciones inmediatas para detener la espiral que hace crecer la emergencia climática, como lo señala Mancebo: “Sin medidas ambiciosas que de verdad sirvan para frenar el aumento de la temperatura y el cambio climático, cada vez más personas se verán gravemente afectadas por los fenómenos meteorológicos extremos y lo que ellos conllevan: sequía, incendios, hambre y otros”.

Para ello, la juventud pide acciones basadas en principios como la justicia climática, con la que se plantea atender la situación de vulnerabilidad de las personas, la exposición de muchos países al cambio climático, las responsabilidades históricas y alcanzar un mundo libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Principalmente “tener en cuenta las realidades de todas las regiones del mundo, pues el contexto económico y climático es diferente y no se pueden aplicar las mismas medidas de transición ecológica (de economía emisora de gases a una libre de contaminantes) en todos los lugares”, recuerda la activista.

El valor de la vida de los seres humanos  es uno de los ejes articuladores de esta movilización: “Hay que poner la vida en el centro, dejar de preocuparse más por el dinero que se gasta que por las vidas que se puedan salvar y mejorar. Sin un cambio en el sistema y de esta forma de pensar, no vamos a poder conseguirlo”.

La respuesta al negacionismo climático

El papel de estos jóvenes se realiza no solo en la calle, sino que también pasa por abrirse camino entre quienes son escépticos de la lucha contra el cambio climático, participar del debate público y en ocasiones tener que ser objeto de críticas de quienes les acusan de actuar por “moda pasajera”.

Para Mancebo, discutir con negacionistas del cambio climático que rechazan una realidad por intereses económicos “es algo que no da frutos”,  y por ello lo mejor es centrarse entre quienes no tienen suficiente información, “pero que están abiertos a escuchar y a no negar las evidencias científicas”.

 

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